Planteó: “Cada vez que vengo a estos barrios, muchas de estas casas quedaron prácticamente terminadas en el 2015 y me pregunto: ´¿Cómo es que alguien no las terminó? ¿Cómo fue que no pensé en la necesidad de tantos de ocupar estas casas? No le encuentro respuesta. La única que le encuentro es el odio. Que alguien odie tanto que deje las casas vacías para que la gente no recuerde quién las hizo”.
Dijo que a los peronistas lo que más les interesa es “el progreso social y la igualdad, que todos crezcan donde nacen, que ahí encuentren educación y trabajo y vivan felices”. Sostuvo que busca “terminar con los desequilibrios y las desigualdades, combatir ese flagelo que es el hambre y la pobreza” y que “nada de eso ocurre si el Estado no está presente”. Sin mencionar a Juntos por el Cambio llamó “conservadores” a los integrantes de la principal coalición de la oposición.
Consideró que “no hay nada más lindo que entregar viviendas, porque es un derecho humano”. Expresó que “hacer viviendas no es solamente darle un techo a cada no, es darle condiciones de vida, un lugar donde los chicos puedan ir al colegio, los jóvenes puedan hacer deporte, donde todos tengan agua y cloacas”.
Afirmó que las viviendas sociales “no lo hace el mercado, lo hace el Estado”, y cuestionó que “si el Estado no lo hace, estas casas no existen”. Afirmó: “Si esto se llama estatismo o populismo, pónganle el nombre que quieran. Para mí es resolverle los problemas a la gente”.
El mandatario encabezó en Avellaneda el acto de entrega de viviendas en el barrio Saladita. Lo acompañó el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat Jorge Ferraresi, que fue intendente de esa ciudad del conurbano bonaerense.